Compartimos la inauguración y consagración del área de Neonatología de Hospital Santamaría a San Ramón Neonato, patrono de las embarazadas y los niños recién nacidos.
Este significativo acto refuerza nuestro compromiso de brindar cuidado especializado con un toque desde el humanismo y caridad cristiana.
Agradecemos a todos quienes contribuyeron a este proyecto, desde el personal médico hasta los generosos donantes. La renovación no solo representa un avance en la infraestructura, sino también un compromiso renovado con la salud y el bienestar de los más pequeños.
Estamos emocionados de seguir sirviendo a la comunidad con un espacio consagrado y mejorado.
¡Bienvenidos a un nuevo capítulo de esperanza y salud!
San Ramón Neonato, protector de las embarazadas y los recién nacidos.
Hoy, que inauguramos la nueva área de neonatología “San Ramon Nonato” en nuestro hospital, siento una profunda gratitud y alegría que van más allá de las palabras.
Esta inauguración no es solo un logro profesional, sino también un homenaje lleno de amor y fe. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a mi querida hija, la pediatra, quien ha sido una fuerza motriz detrás de este proyecto tan significativo. En su dedicación y compasión veo el reflejo de su abuelo, mi amado padre Ramón Obando, quien nos dejó un ejemplo de amor y perseverancia. La coincidencia de fechas, con la festividad de San Ramón Nonato, no es una simple casualidad. Es un recordatorio de que hay un plan divino en nuestras vidas, una narrativa escrita antes de nuestro nacimiento, donde cada uno de nosotros tiene un propósito especial. Como María Santísima fue elegida para ser la madre de Jesús antes de que fuera concebida, cada uno de nosotros es elegido para cumplir un rol único en esta vida. La fe y la esperanza en un Dios Vivo nos guían y nos fortalecen en cada paso que damos. Con la apertura de esta nueva área de neonatología, oramos para que sea un espacio lleno de luz y amor, donde muchas familias encuentren consuelo, cuidado y esperanza. Que sea un lugar donde la vida comience con la bendición de la salud y el cariño. A mi hija, gracias por honrar la memoria de tu abuelo y por creer en el poder de nuestra fe. A nuestro equipo, gracias por su incansable esfuerzo y dedicación. Y a nuestra comunidad, gracias por confiar en nosotros para cuidar de lo más precioso: la vida de sus pequeños.
Que Dios bendiga esta nueva área y a todas las familias que en ella encuentren apoyo y cuidado. Con amor y fe, seguimos adelante, unidos en la esperanza de un futuro lleno de salud y felicidad para nuestros niños."
